Nos pasamos la vida planificando
pensando en un futuro lejano
y acabamos olvidando
que el destino no está en nuestra mano.
La vida empieza cada día
con el nuevo amanecer,
un despropósito sería
el no quererlo creer.
No podemos vivir en el pasado
pues como un sueño es,
en él no puedes quedar anclado
puesto que ya se fue.
Tampoco vivir en el futuro,
nadie sabe lo que le ocurrirá
puede que lo veas oscuro
y, en cambio, posiblemente brillará.
Hay que vivir el presente,
que es la realidad,
tener despejada la mente
y pensar con claridad.
Todos tendemos a preocuparnos
de los problemas que podamos tener,
hay que intentar serenarnos
y, cuando llegue el momento, saber qué hacer.
Por eso, no hay que darle vueltas a la cabeza
intentar vivir el presente
afrontar la vida con entereza
y ser feliz con tu gente.
Agustín Luque
Ho sentim, els comentaris estan tancats ara mateix.